ENCUENTRO EQUIPOS DIRECTIVOS TITULARIDAD DE LA CONGREGACIÓN

En los días 10 y 11 de febrero, tuvo lugar el II Encuentro telemático de los Equipos Directivos de las escuelas que actualmente son titularidad de la Congregación. Nos encontramos desde distintas partes del mundo: Filipinas, Ecuador, Brasil y Angola.

La primera jornada tuvo un matiz más carismático. Las distintas propuestas, nos ayudaron a entrar en contacto con nuestros valores como Familia Spínola, dentro de la Iglesia. Tuvimos la oportunidad de reconocerlos en cada uno de nosotros mismos y también reconocerlos en nuestros compañeros de Equipo Directivo. Este baño carismático en sentido apreciativo nos ayudó a recordar el por qué y para qué de nuestras escuelas; Para anunciar el amor personal de Jesucristo, con un estilo concreto de relación: siempre de “corazón a corazón”.

La segunda jornada fue una invitación a soñar… partiendo del carisma que nos une, y de ese deseo de vivirnos en “relación”, comenzamos a imaginar cómo podría ser en el futuro esta “red de escuelas ADC”. De qué manera nos podríamos ayudar a caminar juntas en este reto que compartimos de promover una educación de calidad, equitativa e inclusiva para todos y todas. Al compartir qué nos puede aportar a los distintos centros y cómo imaginamos esta RED, sentíamos que no estaba por crear, sino que ¡ya había comenzado a funcionar! Y se sentía en el ambiente (a pesar de la distancia y la pantalla) que esta RED nos ilusiona. Que va a ser, o que ya está siendo impulso y motor para el cambio que soñamos. Para la transformación que queremos generar en el mundo que nos rodea. Allí donde cada escuela está inmersa.

Fueron dos jornadas breves, de 3h cada una de ellas, de forma que fue posible conciliar los distintos usos horarios. Pero como se suelo decir, “lo bueno, si es breve, dos veces bueno”. Esa fue la sensación que nos dejó este encuentro. La certeza de que algo bueno está naciendo, y muchas ganas de “más”. Deseos de que esta RED siga creciendo en relación también con otras “redes amigas”. No deseamos que se haga grande sino fuerte, y pueda ser como aquel “granito de mostaza” del evangelio; generadora de mucha vida. 

Y así esperamos con ilusión la próxima convocatoria, dispuestos, dispuestas a poner en juego lo mejor para seguir entretejiendo esta RED, que nos sostiene y nos impulsa.

Ángela Lopera Casa, adc